Busca un momento en el que estés tranquila y cómoda, lee las instrucciones del empaque y síguelas para ponerte el tampón de forma informada y segura. Recordá cambiarlo cada 4 a 8 horas para evitar pérdidas de sangre y prevenir el síndrome del shock tóxico.

Instrucciones de uso

Para introducir el tampón:

Lávate las manos y sacá el tampón del envase. Abrí el envoltorio del tampón, agarrá el cordón y tirá firmemente de este para que quede colgando, verificando que esté bien adherido.
Encontrá una posición que te resulte cómoda. Las posiciones más comunes son: • Sentada y con las rodillas separadas, agarrá el tampón por la base con tus dedos pulgar y medio, manteniendo el dedo índice libre. • Parada, con un pie apoyado en el inodoro, agarrá el tampón por la base con tus dedos pulgar y medio, manteniendo el dedo índice libre.
Usá la otra mano para separar la piel que cubre la vagina. Insertá la punta del tampón en tu abertura vaginal y deslizalo suavemente hacia la región lumbar (hacia arriba y ligeramente hacia atrás) hasta que tus dedos toquen tu cuerpo.
Empujá el tampón hacia dentro de tu vagina con el dedo índice. Siempre asegurate de que el cordón quede afuera. Si sentís alguna incomodidad, es posible que el tampón no esté correctamente colocado; retíralo e intentá de nuevo con uno nuevo.

Para retirar el tampón: Lávate las manos y volvé a la posición cómoda que elegiste para introducir el tampón. Relajate y tirá del cordón ejerciendo una ligera y constante presión en la dirección opuesta a la que pusiste el tampón (recordá que la vagina está ligeramente inclinada hacia la parte inferior de la espalda). Descartalo en el basurero después de usarlo.

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